Si estás bien entrenado para un Maratón, no te ocurre casi nada más que una plena satisfacción. Si no lo estás…

Hombre, aunque se ha puesto de moda hay que tener en cuenta y en mente que 42Km son muchos para alguien recién puesto a entrenar o correr.
Lo que está claro que esto es como todo, o se entrena para adaptarte y adaptar tu cuerpo a tan gran exigencia o mejor ni lo intentes.
Desde aqui queremos animar a todo el mundo a que haga deporte, pero con cabeza!

 

 

¿Qué ocurre en tu cuerpo después de correr un maratón?

A veces recibos mails de gente que, quizá con razón, nos critica que animamos demasiado a participar en grandes retos como puede ser el maratón. Y puede que ser que, llevados por nuestra experiencia personal de la satisfacción que sentimos cuando nos colgamos la medalla de finisher, hablemos con alegría de más de los 42’195 km.

Está claro que el maratón es un reto al alcance de casi cualquier persona…QUE ESTE BIEN ENTRENADA. Y lo escribo con mayúsculas. Sólo se debería participar en una prueba que deja tan desgaste en nuestro cuerpo como el maratón si hemos hecho un entrenamiento planificado de al menos los últimos tres meses. Al maratón no hay que tenerle miedo, pero si respeto y este se demuestra entrenando a conciencia para estar en la salida en las mejores condiciones posibles.

Aún este caso tenemos que ser conscientes el precio que paga nuestro organismo por la indudable satisfacción que nos da cruzar la línea de meta de un maratón. A tu cuerpo después de terminar un maratón le ocurre de todo, y nada bueno si es que has hecho al límite de tu nivel la prueba. Realmente es una prueba extrema que requiere como decía de una preparación completa (al menos 3 meses de entrenamiento específico). Y ningún corredor debe intentarlo sin llevar al menos un año de experiencia como corredor y ser capaz de bajar de 2 horas en el medio maratón en el caso de los chicos y de 2h 15 en el de las mujeres.

¿Qué resultado tiene el maratón en nuestro cuerpo?

Empezando por los tendones, quedan muy tocados y es normal que se inflamen ligeramente. Los músculos sufren una gran destrucción muscular (con miles de microroturas), se quedan tan deshidratados que parece piedras y llenos de residuos tóxicos, que el cuerpo debe eliminar lentamente. Hay algunos corredores que han llegado tan lejos en su esfuerzo (bien por falta de preparación o por error en el ritmo de la carrera) que el día después tienen tantas agujetas que sólo marcha atrás pueden bajar las escaleras.

Organicamente se lleva la palma el hígado, que es el encargado de reciclar todo ese residuo tóxico generado por los 42’195 km de esfuezo. De ahí la importancia de descansar completamente la semana posterior al maratón, además de beber mucho agua y comer ligero y no tomar bebidas alcohólicas para evitar dar trabajo extra al hígado que ya tiene bastante. También los riñones tienen que emplearse a fondo para volver a la normalidad tras el maratón. Otra razón para hidratarnos muy bien antes, durante y después del maratón.

Otra consecuencia de correr el maratón es que la sangre se hace mucho más densa y se pierden muchos glóbulos rojos. Si te haces una analítica de sangre antes del maratón y otra el día posterior al gran reto podrás comprobar como el índice de destrucción muscular (o CPK) e dispara y cómo disminuye drásticamente toda la serie roja (glóbulos rojos, hemoglobina y hematocrito), así como el empeoramiento de otros muchos valores que requiere una urgente y obligada recuperación.

Por todo ello, después de un maratón hay que hacer una primera semana de descanso absoluto, de descanso activo el primer mes (no volver a competir en este periodo ni en carrera de 5 ó 10 km) y en ningún caso deberías hacer más de dos maratones al año (espaciándolos como es lógico cada 6 meses).

 

DESDE SPORTLIFE

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