Las emociones y la vinculación mente-cuerpo: la psiconeuroinmunología clínica como pilar

De hecho, existen numerosas investigaciones que ponen de manifiesto la relación que existe entre las situaciones estresantes y su vinculación con los estados psicológicos negativos, y su consecuente influencia en la respuesta inmunológica y propioceptiva.

La palabra psico-somático se refiere a que la Psique, la mente, afecta al Soma, al cuerpo; es decir, que la tensión mental influye en el estado de los tejidos corporales, de los músculos, de los órganos, de la piel, del tejido facial…. generando dolor, inflamación, lesiones, enfermedades…

Todas ellas, lesiones que deben ser debidamente atendidas y tratadas, pero además se vuelve necesario intervenir psicológicamente, para que esa tensión, ese estrés no siga afectando o dañando al cuerpo, ni desencadene una enfermedad.

El papel de las emociones en psiconeuroinmunología clínica

Las seis emociones básicas son: ira, alegría, tristeza, miedo, asco, sorpresa. Descritas por el psicólogo e investigador Paul Ekman, han sido experimentadas en numerosas ocasiones por todos nosotros. Estas emociones nos pueden servir para apercibirnos de la vinculación entre mente y cuerpo. De la enorme influencia que ejerce sobre nuestra salud lo que sentimos y pensamos. Al fin y al cabo, estas seis emociones y todas las demás tienen una gran repercusión en el funcionamiento de nuestra fisiología, en la interacción entre el cerebro y el sistema inmune. Su incidencia sobre las resistencias inmunológicas y las enfermedades, otorga un papel central de estas emociones en psiconeuroinmunología clínica.
 
En consulta, los pacientes exponen a menudo situaciones que ponen de manifiesto la importancia de las emociones. Además de mostrar las implicaciones clínicas de la relación mente-cuerpo.
 

Siento, luego debo actuar

 

Las emociones están muy relacionadas con el movimiento. Cuando al sufrir una emoción no se produce una reacción física (llorar, saltar, gritar, correr…) esta emoción se transforma en algo negativo. En situaciones en las que no se puede hacer nada (un trabajo difícil, una hipoteca…) hay algunas estrategias. Una estrategia interesante es practicar alguna actividad física con una cierta intensidad.
 
Aunque no sea una reacción específica relacionada con la emoción que ha originado el problema, por lo menos se hace algo que repercute positivamente en el organismo. Estamos diseñados para recibir información y hacer algo. Uno de los males de nuestra civilización, de nuestra cultura, proviene de recibir inputs de orden emocional, de orden sensorial, y no reaccionar.
 

Ejemplo de las emociones en psiconeuroinmunología clínica

Veamos un ejemplo. Una chica sufría infecciones de orina de repetición. Llegó a consulta después de que los tratamientos con antibióticos ya no le dieran resultado. Tras el correspondiente proceso diagnóstico, todo indicaba que, además de tener un déficit en el consumo de agua, seguía una alimentación poco equilibrada y presentaba algunas carencias.
 
También vivía una situación de estrés con su pareja, que estaba trabajando a 2.000 kilómetros de distancia. Lo primero que se hizo fue mejorar su alimentación e introducir un mayor consumo de agua y un probiótico. Los síntomas disminuyeron, pero llegó un momento en que la mejora se estancó.
 

El primer paso para la liberar las emociones en psiconeuroinmunología clínica es la acción

 
Se hizo necesario ir un poco más allá y buscar la raíz del problema hablando de la emoción que le preocupaba. Tenía miedo de que la distancia con su pareja propiciara que él se fuera con otra mujer e, incluso, provocara la ruptura. Eran temores lógicos, pero su sistema inmune no entendía que no se hiciera nada al respecto y por eso permanecía frenado.
 
El primer paso para liberar una emoción es la acción. Debía comunicar sus verdaderos miedos a su pareja, explicarle que temía que acabaran separándose a consecuencia de la distancia. Lo hizo y no volvió a tener infecciones de orina.
 
Sólo es un ejemplo, pero es perfectamente aplicable a otros pacientes con infecciones estomacales recurrentes. O con catarros o con cualquier problema físico de un origen emocional. Y es que antes de poner parches (hierbas, suplementos naturales o no naturales para aumentar las defensas…) hay que comprobar si alguna emoción puede estar frenando el sistema inmune siendo la madre del problema a nivel  orgánico.
 

Cómo tratar las emociones en psiconeuroinmunología clínica

emociones en psiconeuroinmunología clínicaAsí pues, los terapeutas que estéis leyendo estas líneas debéis tener muy en cuenta lo siguiente. Un porcentaje elevado de las disfunciones o patologías de los pacientes tienen un sustrato emocional. Si somos capaces de dirigir al paciente para que haga algo al respecto, la probabilidad de éxito del tratamiento de emociones psiconeuroinmunología clínica incrementa exponencialmente.
 
Los que no seáis terapeutas no dudéis en hacer frente a lo que os está pidiendo la barriga. Hay que preguntarse: ¿qué quiere nuestro cuerpo? ¿qué quieren nuestros instintos? Y, si somos capaces de responder a estas preguntas, debemos actuar. Hablar, escribir una carta, actuar fisicamente o verbalmente… en definitiva, hacer algo. En demasiadas ocasiones, quedarse parado, almacenar basura emocional, equivale a desencadenar síntomas orgánicos.
 

En Regenera somos expertos y pioneros en la formación en psiconeuroinmunología clínica en España

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