El Physium no está de moda, funciona: El tratamiento que ha cambiado la vida de Dani Pedrosa

 

Y es que el PHYSIUM como toda nueva técnica, cachivaches, técnicas fisioterapeúticas novedosas, terapias de recuperación, etc parezcan que solo son modas hay mucha ciencia, técnica e investigación médica y fisioterapeútica.
No en vano los atletas de élite están recurriendo a ella. Y es como todos los avances, que primero solo unos privilegiados tienen la fortuna de poder hacer estos tratamientos. Pero solo hasta que se depura y al final cualquiera de nosotros puede disfrutar de sus ventajas. Nosotros no somos menos. El PHYSIUM es una de nuestras terápias de recuperación más efectivas.

 

 

El tratamiento que ha cambiado la vida de Dani Pedrosa

En el Instituto Saló Darder, el integrante de Honda acude regularmente, antes y después de las carreras, y recibe el tratamiento que le ofrece una máquina bautizada con el nombre de PHYSIUM System.

Dani Pedrosa tiene 30 años, mide 1,58 metros y pesa unos 55 kilos, unas hechuras que le convierten en el piloto de MotoGP más pequeño del Mundial. Esta anatomía que jugó a su favor en las categorías inferiores se convirtió en uno de sus mayores hándicaps cuando promocionó a la categoría de las motos pesadas.

Este año se cumple una década de su debut, siempre enfundado en el mono de HRC, pero no ha habido una sola temporada en la que las lesiones, el dolor, o ambos, le hayan dejado mínimamente en paz. Sin embargo, Pedrosa confía esta vez en haber dado con la tecla adecuada que le permita arrancar el curso más fuerte que nunca, después de haber podido aumentar el volumen y la intensidad de su puesta a punto física.

Hace poco más de un año, el corredor tocó fondo al verse obligado a bajarse de la moto. Se perdió grandes premios (Austin, Argentina y Jerez) por culpa de los dolores en los antebrazos provocados por el síndrome compartimental. Tras una tercera operación en la que se le extirparon las fascias que recubren los músculos del brazo, el español volvió a correr en Le Mans. Desde entonces, es otro.

La cirugía fue bien, pero todavía fue mejor la terapia de recuperación que descubrió un poco más tarde en un centro de fisioterapia del barrio de Gracia de Barcelona. Pedrosa acude al Instituto Saló Darder regularmente, antes y después de las carreras, y recibe el tratamiento que le ofrece una máquina bautizada con el nombre de PHYSIUM System.

 

Su funcionamiento lo explica a Motorsport.com Jordi Saló Darder, su inventor: “Todo consiste en movilizar de forma controlada la cicatriz y las adherencias post-quirúrgicas, para conseguir mayor flexibilidad, y así mejorar progresivamente la presión fascial sobre el sistema neurovascular y muscular, reduciendo el dolor y la inflamación del paciente”. Antes de descubrir este centro y la tecnología que esconden sus aparatos, Pedrosa se encontraba en un callejón sin salida.

La musculatura de sus brazos estaba completamente hipetrofiada, y al margen de eso, su tendencia a formar fibrosis –cicatrices fuertes– le aprisionaba los nervios de la zona, especialmente en situaciones de mucho estrés y agotamiento físico. Todo ello se traducía en una pérdida de sensibilidad que iba in crescendo con el paso de las vueltas hasta hacerse prácticamente insoportable a final de carrera.

Fueron muchos los que apercibieron que algo había cambiado en la cabeza del 26 al final de la temporada pasada. Se le vio más agresivo que nunca en Aragón, donde peleó cuerpo a cuerpo con Valentino Rossi y le ganó el pulso al italiano, y se impuso en dos de los últimos cuatro grandes premios (Japón y Malasia).

En valencia, en la prueba que cerró el calendario, le recuperó a Lorenzo (el líder) dos segundos en seis vueltas, un final de carrera espectacular impensable hace solo seis meses por culpa de sus brazos. “En dos sesiones ya me di cuenta de que funcionaba”, reconocía Pedrosa este miércoles a Motorsport.com.

“Hay una mejora evidente porque tenía un hándicap físico, y ello también creaba otro, mental. Yo salía a carrera condicionado. Y cuando te liberas, lo notas. Ya no solo porque puedes reaccionar mejor sobre la moto, que también, sino que sabes que lo vas a hacer”, puntualiza.

“Parece raro, pero el cuerpo tiene memoria. Si en una zona has sufrido dolores durante mucho tiempo, tu cuerpo parece estar resignado a aceptar que esté curado, entonces te toca enseñarle. Eso se hace de forma progresiva y paulatina”, argumenta el chico de Castellar del Vallès (Barcelona), que antes de conocer esta técnica “apenas podía dormir por culpa del dolor”.

Al margen de los problemas que pueda provocarle en estos momentos su moto, al catalán se le ve contento y con mucha confianza, y a ello ha contribuido de forma incuestionable la recuperación de sus brazos. De hecho, está tan entusiasmado con este nuevo protocolo que incluso se ofreció voluntario para darlo a conocer a través de un vídeo en el que relata su experiencia.

DESDE MOTORSPORT.COM

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