Ten cuidado si haces mucho running: periostitis tibial

En este caso, lo que a el que esto escribe le acontece es que tengo una periostitis en la pierna izquierda que desde hace unos meses me impide jugar al fútbol con regularidad. Tanta que parece que no voy a poder volver.
Así que atentos!
Y al mínimo síntoma, acude a tu Fisioterapeuta!!
 

Lesiones: periostitis tibial

¿En qué consiste la periostitis tibial? ¿Cuáles son los mejores ejercicios para prevenirla y recuperarse? Te lo contamos
¿En qué consiste?
La periostitis es la inflamación del periostio, la capa más externa del hueso. Se produce por una excesiva tracción de los músculos sobre el periostio.
¿Por qué aparece?
Hay diversas causas que producen la periostitis: pies pronadores, calzado deportivo no adecuado (con poca amortiguación), cambios bruscos en el programa de entrenamiento, correr en superficies duras, etc.
¿Quiénes están más expuestos a padecerla?
Los practicantes de deportes con gran impacto. Principalmente los corredores y saltadores. Con el “boom” de running, los casos de periostitis se han multiplicado debido a que muchos corredores entrenan o compiten sin seguir los progresos adecuados.
¿Qué señales de alarma me indican que debo acudir al médico?
Dolor o quemazón en la cara interna de la tibia que aparece en el transcurso de la carrera. Posteriormente aparece desde el inicio y en etapas tardías es continuo, incluso durante el día a día. Puede darse en una o en las dos piernas.
¿Qué podemos hacer para prevenirla?
La prevención se basa en realizar un estudio de la marcha para valorar la posibilidad de tratamiento ortésico (plantillas), calzado deportivo con buena amortiguación, realizar un aumento de las cargas de entrenamiento de forma progresiva, elegir una superficie de carrera adecuada…
¿Cuál es el tratamiento más eficaz?
El mejor tratamiento es la prevención, pero cuando ya nos encontramos con el problema es necesario revisar todos los factores favorecedores de la periostitis (mal apoyo, superficie  de entreno inadecuada, etc.) Añadiremos descarga muscular, diatermia, crioterapia intensiva (aplicar hielo en 3-4 tandas de 20 minutos al día), tratamiento con antiinflamatorios, medias compresivas y cambiar de deporte temporalmente para reducir impacto (pasarse a la natación, la bici, la elíptica, etc.)
Ejercicios para prevenir y recuperarse de la periostitis tibial
Por: Dr. Francisco Minaya y Dr. Fermín Valera, fisioterapeutas pertenecientes a MVClinic, profesores asociados Universidad CEU San Pablo, Madrid y miembros de topdoctors.es
Las estrategias más frecuentemente utilizadas para el tratamiento de la periostitis son la aplicación de hielo, láser, ultrasonido, vendaje y las técnicas de terapia manual como la fibrolisis diacutánea. No obstante, en la mayoría de los casos no resultan suficientes para que remita el cuadro clínico. En nuestra experiencia, nos está proporcionando mejores resultados la combinación de las técnicas de fisioterapia invasiva (como electrólisis percutánea y mesoterapia) y de un programa de ejercicios basado en estiramientos de la musculatura posterior de la pierna y entrenamiento excéntrico. Junto con la reanudación progresiva y controlada de la actividad deportiva.

01- ESTIRAMIENTO DE GEMELOS
Mantenemos la planta del pie apoyada en el suelo y suavemente echamos el peso del cuerpo hacia delante hasta sentir el estiramiento en la pierna atrasada, que permanece con la rodilla extendida. Mantén entre 40 y 60 segundos con cada pierna y haz entre 7 y 10 series todos los días.
02- ESTIRAMIENTO DE SÓLEO
Mantenemos la planta del pie apoyada en el suelo y suavemente echamos el peso del cuerpo hacia delante hasta sentir el estiramiento en la pierna atrasada, que debe tener la rodilla semiflexionada. Mantén entre 40 y 60 segundos con cada pierna y haz entre 7 y 10 series todos los días.

03- EJERCICIOS EXCÉNTRICOS DE LA MUSCULATURA POSTERIOR DE LA PIERNA
Nos colocamos al borde de un escalón o superficie elevada, con todo el peso apoyado sobre la punta del pie que trabaja, el tobillo flexionado y la rodilla estirada. Lentamente dejamos caer el peso de nuestro cuerpo y vamos bajando el talón sintiendo cómo trabaja toda la parte posterior de la pierna. 3 series de 10-12 repeticiones con cada pierna, 2 veces al día.

Muy importante:
– Los ejercicios tienen que ser muy controlados y se deben realizar sin dolor.
Realiza siempre los ejercicios en el mismo momento del día para poder valorar tus resultados y progresión.
– Debes ir incrementando la carga en los ejercicios excéntricos para que sean efectivos. Comienza con el peso de tu cuerpo pero aumenta la carga progresivamente en función de tus sensaciones (por ejemplo, con una mochila con peso).
No olvides trabajar el resto de la musculatura de la extremidad inferior (cuádriceps, isquiotibiales, tibial anterior, etc.) y la musculatura del “core” (músculos del abdomen y de la pelvis) para mejorar la biomecánica.
La mejor prevención y tratamiento es integrar todo el programa de ejercicios con las técnicas de fisioterapia invasiva, con una buena reincorporación a la actividad deportiva y valorando posibles ayudas de corrección (plantillas).

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