15 Jul REDUCE EL ESTRÉS Y LA ANSIEDAD: EL SUEÑO PROFUNDO ES EL MEJOR ANSIOLÍTICO NATURAL
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REDUCE EL ESTRÉS Y LA ANSIEDAD: EL SUEÑO PROFUNDO ES EL MEJOR ANSIOLÍTICO NATURAL
Termina un fin de semana cargado de energía: cambio de estación, fiestas de San Juan… tal vez afrontar una nueva semana nos pueda llegar a agobiar, pero cultivando un buen descanso a través del sueño profundo nos ayudará.
Una noche de insomnio puede aumentar hasta un 30% los niveles de ansiedad al día siguiente
Una noche de insomnio puede aumentar hasta un 30% los niveles de ansiedad al día siguiente
¿Qué es el sueño profundo?
El sueño profundo (NREM) es la fase más importante del ciclo de sueño durante el cual la actividad cerebral se desacelera. Según las investigaciones, también es el tipo de sueño más adecuado para calmar una mente ansiosa: en este estado el cerebro emite grandes y lentas ondas y es insensible a los estímulos externos, mientras que la presión sanguínea y el ritmo cardíaco disminuyen. Por eso, despertar en esta fase se hace mucho más difícil.
Esta actividad registrada por el EEG puede clasificarse en dos etapas básicas: movimiento ocular no rápido (NREM) y movimiento ocular rápido (REM).El sueño NREM, por un lado, constituye la mayor parte del ciclo de sueño y consta de tres etapas —conocidas como N1, N2, y N3—, cada una de las cuales presenta distintos patrones de ondas cerebrales.
Según los resultados de esta investigación, la fase de sueño NREM es la que tendría efecto ansiolítico y mejoraría las conexiones cerebrales durante el sueño.
El REM, por otro, ocurre varias veces durante el sueño y constituye la menor parte del ciclo. Se caracteriza por una actividad intensa en determinadas áreas del cerebro y por rápidos movimientos de los ojos en diferentes direcciones.
En durante esta etapa que se producen los sueños vívidos y también parece estar relacionada con el aprendizaje y el procesamiento de la memoria.
La tercera (N3) es la más profunda de las etapas de sueño. Es durante la cual se libera la hormona del crecimiento —sobretodo en niños— y es muy importante para la restauración de los tejidos del cuerpo. Ocurre durante el primer tercio de la noche y durante esta étapa es muy difícil despertar a la persona.
Vínculos neuronales entre el sueño y la ansiedad
En el estudio publicado en Nature, los investigadores exploraron los cerebros de 18 jóvenes mientras veían videos emocionalmente conmovedores después de una noche de sueño, y nuevamente después de una noche de insomnio, midiendo en ambos casos los niveles de ansiedad.
«Nuestros resultados sugieren que el sueño insuficiente amplifica los niveles de ansiedad y, por el contrario, que el sueño profundo ayuda a reducir ese estrés», dijo Eti Ben Simon, becario postdoctoral del Center for Human Sleep Science y autor principal del estudio.
Otro experimento que realizaron fue uno a 280 personas de todas las edades para saber cómo cambiaron sus niveles de sueño y ansiedad durante cuatro días consecutivos. Encontraron que la cantidad y la calidad del sueño podía predecir cuán ansiosos estarían el día siguiente.
Los resultados del estudio entre sueño y ansiedad
Los resultados mostraron que tanto la calidad como la cantidad de horas de sueño cada noche podía predecir los niveles de ansiedad al día siguiente en todos los participantes, y que es la fase de sueño NREM profunda, la que realmente tiene efectos calmantes sobre la ansiedad.
Los investigadores también encontraron que la noche de insomino provoca una alteración en la corteza prefrontal medial, asociada al control de la ansiedad, y una mayor conectividad en las regiones límbicas que mantiene el cerebro hiperactivo. Estos resultados parecen indicar que el sueño profundo también podría ser importante para reorganizar las conexiones cerebrales que ayudan a mantenernos calmados durante el día.
El autor principal del estudio, Matthew Walker, profesor de neurociencia y psicología de la Universidad de Berkeley ha comentado:
«El sueño profundo podría ser un ansiolítico natural (inhibidor de la ansiedad), siempre que lo consigamos todas y cada una de nuestras noches. Al no dormir, es como si el cerebro estuviera pisando el pedal del acelerador emocional, sin capacidad para frenar las emociones».
CONCLUSIÓN:
Actualmente, son pocas personas las que priorizan el tiempo y la calidad del sueño cada noche, y los problemas que provoca la falta de sueño están a la orden del día. La importancia de este estudio, es, que aunque parezca obvio, debemos tener en cuenta que incluso una pequeña reducción de nuestras horas de sueño por la noche puede producirnos problemas de ansiedad durante el día.
Por lo que una forma de reducir la ansiedad de forma simple y sin medicación sería conseguir dormirmás y mejor, priorizando la fase de sueño NREM, la más importante con el sueño reparador.
Al final, se concluye que a nivel social, la relación entre los países industrializados y la disminución del sueño por un lado, y el aumento de los trastornos de ansiedad por otro; podría ser más causal que coincidencia.
Algunas recomendaciones para una noche reparadora son: intentar acostarse y levantarse siempre a la misma hora, una habitación fresca —aproximadamente 15°—, apagar todos los dispositivos electrónicos una hora antes de acostarse, en caso de no poder dormir levantarse y hacer algo relajante antes de volver a la cama; y por último, evitar la cafeína después de la una de la tarde y no acostarse borrachos ya que el alcohol impide el sueño REM, una parte importante del ciclo.
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