06 Mar TIPOS DE HERNIAS Y SU TRATAMIENTO FISIOTERAPÉUTICO Y SEGUIR HACIENDO DEPORTE
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TIPOS DE HERNIAS Y SU TRATAMIENTO FISIOTERAPÉUTICO Y SEGUIR HACIENDO DEPORTE
Una hernia es una parte de un órgano o tejido interno que sobresale del lugar en el que normalmente está ubicado
Una hernia aparece cuando parte de un tejido u órgano interno (como el intestino) sale fuera del sitio que normalmente ocupa en el cuerpo.
A menudo, las hernias no causan síntomas o solo se nota un pequeño bulto o protuberancia en la zona afectada, que puede empujarse hacia adentro y vuelve a salir al realizar algún esfuerzo. En algunas ocasiones, no obstante, el tejido o intestino puede quedar atrapado (o “estrangulado”), lo que puede cortar el flujo de sangre y ocasionar un problema grave que requiere atención inmediata. Hay diferentes tipos de hernias, según la zona donde aparecen en el cuerpo.
En este artículo vas a descubrir los TIPOS DE HERNIAS Y SU TRATAMIENTO FISIOTERAPÉUTICO Y SEGUIR HACIENDO DEPORTE
Vamos al principio, ¿POR QUÉ SE PRODUCEN LAS HERNIAS?
La causa de las hernias suele ser una combinación de dos factores:
- La presión ejercida en la zona, que puede ser por diversos motivos, como levantar objetos pesados, el estreñimiento o tener una tos persistente.
- Una abertura o punto débil en el músculo o el tejido conectivo (fascia) que contiene el órgano o tejido. En algunos casos, la debilidad en el músculo está presente desde el nacimiento, pero lo más frecuente es que aparezca con el paso de los años.
La presión empuja al órgano o tejido a través de la abertura o punto débil en el músculo.
Lo más común es que las hernias ocurran en el abdomen, entre el tórax y las caderas, pero también pueden aparecer en otras partes del cuerpo.
¿Puede seguir haciendo deporte si tengo hernia?
Las hernias y los prolapsos discales ocurren con más probabilidad conforme se van cumpliendo años, debido a que los discos intervertebrales pierden de forma progresiva su capacidad amortiguadora y toleran peor las cargas y las presiones. Es curioso que muchos deportistas tienen hernias y ni siquiera lo saben, ya que no les causan dolor alguno ni síntomas y otros que no tienen hernias sufren fuertes dolores de espalda.
Antes la mayoría de las hernias se operaban y ahora es al revés, solo se recurre al quirófano en las más graves, aquellas que cursan con afectación nerviosa impidiendo la movilidad de la pierna o aquellas que no remiten con el ejercicio físico correctivo.
Es por ello que vamos a tratar de orientarte en términos generales para que te recuperes y puedas seguir haciendo deporte a pesar de tener una hernia. Pero nuestra recomendación es siempre que te pongas en manos de un fisioterapeuta, ya que las hernias (y más en la zona lumbar) son relativamente fáciles de tratar.
En un primer momento es aconsejable que no guardes reposo ya que se ha demostrado que el reposo retrasa la recuperación, y en la rehabilitación de lesiones de espalda el ejercicio físico es determinante, pero eso sí debes realizarlo con una buena praxis, cuidando mucho las posturas y de forma progresiva, siendo clave estos aspectos no solo en la rehabilitación, sino también en la prevención.
La mayoría de las hernias se reabsorben solas al fortalecer la musculatura estabilizadora de la columna y extensora de la cadera y mejorando la higiene postural.
Es muy importante que en tu rehabilitación evites cargas y esfuerzos en posiciones comprometidas, y debes evitar realizar movimientos contraproducentes como flexionar el tronco hacia adelante sin doblar las rodillas, o flexionar el tronco y girarlo como se hace en determinados abdominales mal realizados que pretenden involucrar a los oblicuos.
Realiza un trabajo de fuerza de la musculatura abdominal, glútea y extensora del raquis con ejercicios cuya eficacia en la rehabilitación ha demostrado la ciencia.
Para fortalecer el core no necesitas hacer cientos de abdominales típicos de flexión de cadera o tronco tipo “crunches» o “sit ups», sino que mediante contracciones isométricas manteniendo las posturas unos segundos realizando planchas en la pared o en el suelo, puentes de glúteos y ejercicios como el “bird dog» o el “dead bug» de Mc Gill, te serán de gran utilidad sin causar estrés a nivel lumbar.
Debes aprender higiene postural, cuidar las posturas y aplicar los conceptos de biomecánica básica en todas tus actividades diarias y en tus entrenamientos. En un primer momento debes evitar movimientos que te produzcan dolor como flexionar el tronco hacia adelante o girar el tórax y tratar de mantener la columna vertebral lo más recta posible conservando sus curvaturas fisiológicas y la pelvis en una posición neutra y estable.
Evita permanecer mucho tiempo sentado y estira con frecuencia tanto la musculatura flexora de la cadera (psoas iliaco y recto anterior del cuádriceps), como los isquiotibiales y el pectoral, músculos que tienden al acortamiento y afectan al mantenimiento de una postura saludable.
Nuestra propia experiencia en la rehabilitación de las una hernias y mis recomendaciones a ciclistas y atletas que también las han sufrido, me lleva a recomendar además de los ejercicios de core que aprendas los movimiento funcionales y la técnica de levantamientos de cargas como las cargadas, el “swing con kettlebell», el peso muerto y peso muerto a una pierna o el “buenos días» o las reverencias. Todo deportista debería aprender la técnica adecuada en el trabajo con cargas y practicar los ejercicios básicos del trabajo de fuerza como pilar fundamental en el desarrollo de una potente musculatura glútea y erectora profunda del raquis.
La ciencia demuestra el poder que tiene el ejercicio físico correctamente realizado para rehabilitar hernias. El trabajo de fuerza orientado por un profesional del deporte es determinante no solo en la rehabilitación de los dolores de espalda sino también en su prevención.
TIPOS DE HERNIAS
1-. Hernia inguinal
- En una hernia inguinal, el intestino u otro órgano de la cavidad abdominal sobresalen a través de la ingle, en la parte superior interna del muslo, y puede descender hasta el escroto.
- La protuberancia que provoca suele ser indolora, aumenta de tamaño al estar de pie y se reduce al acostarse.
- Las hernias inguinales son el tipo más frecuente de hernia y ocurren con mucha más frecuencia en los hombres que en las mujeres.
2-. Hernia femoral
- Ocurre cuando parte del intestino sobresale a través de la ingle, pero en este caso no tan cerca del pubis como la inguinal.
- Aparece justo por debajo del pliegue de la ingle, en la parte del muslo donde la arteria y la vena femorales salen del abdomen en dirección a la pierna.
- Las hernias femorales son mucho menos comunes que las hernias inguinales y afectan principalmente a las mujeres, especialmente embarazadas o con obesidad.
3-. Hernia umbilical
- Parte del intestino delgado sobresale a través de la barriga, cerca del ombligo.
- Este tipo de hernia es común en recién nacidos (afecta a entre el 10% y el 20%)
- la abertura de la barriga no se les ha cerrado correctamente después del nacimiento.
- en la mayoría de casos se resuelve por sí sola antes de los 5 años.
- también ocurre con frecuencia en mujeres con obesidad o que han tenido muchos hijos.
4-. Hernia de hiato
- cuando la parte superior del estómago sobresale hacia el pecho a través del hiato, una abertura en el diafragma (el músculo que separa el tórax del abdomen)
- aunque a menudo no provoca ningún síntoma, la hernia de hiato puede hacer que no se retengan correctamente los alimentos y líquidos y que estos vuelvan hacia arriba en lugar de bajar hacia el estómago; en este caso, los síntomas incluyen acidez estomacal, reflujo, dolor en la parte superior del abdomen o problemas para tragar.
- No se sabe con certeza cuál es la causa de las hernias de hiato, pero se cree que el debilitamiento del diafragma con el paso de los años a edad o a la presión sobre el abdomen pueden tener mucho que ver.
5-. Hernia epigástrica
- parte del intestino o el tejido graso que lo recubre sobresale a través de la región epigástrica (la boca del estómago), entre el ombligo y la parte inferior del esternón.
- es tres veces más frecuente en hombres y normalmente no provoca dolor.
- la protuberancia puede ser visible solo cuando la persona tose, estornuda o levanta pesos.
6-. Hernia incisional
- cuando parte del intestino sobresale a través de la pared abdominal en el sitio donde anteriormente se ha realizado una operación, hablamos de hernia incisional.
- más común en personas mayores o con sobrepeso que han estado inactivas después de haberse sometido a una cirugía abdominal.
7-. Hernia discal
- cuando las vértebras se desplazan por una sobrecarga o presión excesiva y oprimen un disco intervertebral, a menudo pinzando un nervio.
- la mayoría de las hernias discales ocurren en la parte baja de la espalda, pero también pueden ocurrir en el cuello (hernia cervical) u otras partes de la columna vertebral.
- en muchos casos, la hernia discal no provoca síntomas, pero en otros puede causar dolor. Lo más frecuente es que los síntomas mejoren con el tiempo sin requerir cirugía.
- dependiendo de cuál sea el disco intervertebral herniado, puede provocar dolor, entumecimiento o debilidad en un brazo o una pierna.
Tratamiento fisioterapéutico de la hernia(la más común)
La fisioterapia cumple un rol fundamental dentro del tratamiento del paciente con hernia. Incluso, su eficacia podría ser un factor determinante entre la realización de la intervención quirúrgica o no. Es por esto que la fisioterapia resulta tan importante ante estos casos. A continuación, hablaremos un poco acerca del tratamiento a emplear en casos de hernias.
Es importante tomar en cuenta que antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento fisioterapéutico es necesario realizar una evaluación física del paciente, que permita discernir cuáles son los aspectos primordiales propios a tratar en cada individuo con hernia discal. De igual forma, resaltar que dependiendo del segmento en el que se encuentre la hernia discal, ciertos aspectos del tratamiento variarán. De momento, hablaremos de forma general acerca del tratamiento fisioterapéutico de las hernias discales:
- Termoterapia: en este caso, la aplicación de la termoterapia la aplicaremos, ya que nos permitirá obtener la relajación de la musculatura implicada o afectada por la hernia discal y además nos ayudará a conseguir alivio del dolor.
- Aplicación de electroterapia analgésica: el uso del TENS será de gran ayuda para brindar alivio al dolor del paciente.
- Masoterapia: es importante realizar masajes descontracturantes en los músculos afectados con la finalidad de disminuir la tensión y las cargas en dicha musculatura.
- Tracciones vertebrales: esta es una de las herramientas de la fisioterapia que nos permite ganar un poco más de espacio entre las vértebras y de esta manera, quitar un poco de la tensión que permite que el núcleo pulso presione el anillo fibroso o incluso, que pase a través de él.
- Estiramientos musculares: los estiramientos musculares son imprescindibles ante la presencia de hernias discales, ya que con ellos ayudamos a liberar la tensión en los músculos provocada de manera natural y refleja ante la presencia de las hernias discales.
- Inhibición de puntos gatillo: como consecuencia de las contracturas musculares, es posible que ocurra la activación de ciertos puntos gatillos, en estos casos, será muy importante inhibirlos para aliviar el dolor del paciente.
- Hidroterapia: realizar los ejercicios del paciente en el agua resulta muy beneficioso en casos de hernias discales, ya que nos permite eliminar el peso de la gravedad, lo que disminuye el dolor y facilita la fluidez y eficacia de los movimientos, favoreciendo la realización de los ejercicios.
- Ejercicio físico personalizado: es importante mantener la actividad y movilidad del paciente, sin embargo, es importante que los ejercicios estén destinados a cubrir las necesidades propias de cada paciente y además respeten los límites que generan las hernias discales.
- Fortalecimiento muscular: es de gran importancia que se trabaje la fuerza muscular, ya que debido a que, debido a la compresión nerviosa, es frecuente que la musculatura afectada en muchas ocasiones presente debilidad. Asimismo, es importante resaltar que el trabajo muscular del “CORE” (musculatura del tronco, suelo pélvico y diafragma) resulta fundamental en el tratamiento de hernias discales, ya que es necesario mantener nuestro centro de gravedad fortalecido y equilibrado, con la finalidad no solo de rehabilitar la hernia tratada, sino de prevenir recaídas o que se genere una nueva hernia discal.
- Por último y no menos importante, se debe de realizar un programa de reeducación postural, en donde el paciente aprenda y concientice la manera más adecuada de realizar diversos movimientos y ejercicios frecuentes en su vida cotidiana, con la finalidad de evitar caer nuevamente en el padecimiento de la hernia, así como de prevenir la formación de una nueva.
SEGUIR HACIENDO DEPORTE SI TENGO HERNIA DISCAL: SÍ O NO
Conclusión
Las hernias pertenecen al conjunto de patologías de mal endémico que afecta al 80% de la población en general a lo largo de su vida. Múltiples son los factores que aumenta la probabilidad de sufrir una hernia, como así diversa es la sintomatología.
Según la evidencia científica actual, el tratamiento conservador, donde está incluida la fisioterapia, es efectivo e indicado en primera instancia para esta patología, si la sintomatología no se reduce y el resto de tratamientos se han agotado, se precisa el uso de cirugía.
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